





''Me duele porque tengo una hernia''
Se ha comprobado que existen
sujetos sanos con dolor sugestivo de hernia y personas con hernias sin dolor, de manera que no hay una relación directa
entre estos.
"No puedo hacer ejercicio"
El ejercicio bien planteado es una de las herramientas más útiles para normalizar el funcionamiento de una columna con hernia(s). Su objetivo es reeducar al cuerpo para que pueda realizar las actividades de la vida diaria sin dolor.
"No me puedes tocar donde tengo la hernia"
Es una de las frases que más escuchamos en consulta. Sin embargo, la fisioterapia puede ser tu gran aliada a la hora de reducir los síntomas y mejorar el funcionamiento de tu espalda, previniendo así la aparición de otras futuras hernias.
''Estoy mal desde que tengo la hernia''
La hernia no es causa de patología, sino consecuencia. Aparece porque esa región no se está moviendo ni recibiendo las cargas adecuadamente. Por eso, no bastará con tratar los síntomas asociados a la hernia, sino que tendremos que buscar su causa, qué está funcionando mal, para poner ahí el foco de tratamiento.
"Me quiero operar para ponerle solución"
Si bien la operación puede aliviar los síntomas asociados a la hernia, no soluciona su causa, por lo que es fácil que con el tiempo reaparezcan los síntomas o salgan nuevas hernias en regiones próximas a la primera. Por eso no se suele recomendar cirugía a no ser que haya un compromiso nervioso importante.